Tormenta puede ser insomnio entre sueños.
Un claro de sol, entre tanta nube.
Una ráfaga de aire en un verano deseoso.
Hoy no hay tormenta, pero yo contengo una interior, que es peor que cualquier batalla en medio de tanto suspiro.
Que tormenta eras tú, con la cara entre sollozos.
Que para caras ya están las sonrisas.
Para tormentas ya eran nuestras treguas, llenas de cardenales y estrategias.
He visto amaneceres deshacerse,
y atardeceres de tormenta escaparse.
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