He llegado a la conclusión de que si todos contenemos un incendio interior, entonces estoy en alma y cuerpo hecha cenizas.
Que se propaga con cada soplo de aire, lleno de dolor.
Pidiendo auxilio, una pequeña ayuda a este incendio que acabará por arrasar hasta el trozo más pequeño de mi corazón.
Esa lluvia que consiga apagar(me)
Estoy llena de llamas, de chispas que poco a poco fueron quemando todo a su paso.
Y la verdad, ya no veo capaz de apagar este dolor, más interno que externo.
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