Lo que la fotografía me enseñó.

A mi, por mi parte la fotografía me ha enseñado un millón y medio de cosas.
Me enseñó que retratar en fotografías significa quedarte grabado en el pasado, pero viviendo en el presente.
Me enseñó que es una manera de hacer sonreír, hasta al mas serio de todo el grupo de amigos.
Me enseñó que a las personas con alzheimer podría ser de gran ayuda enseñarle a cada poco fotografías, mismamente de su familia o de su compañero o compañera de vida. Con eso ayudamos a que se olviden un poco menos de su vida o de sus seres queridos.

La fotografía me enseño a capturar en una milésima de segundo, la belleza del retrato, de ese lunar tan pequeño que ni llama la atención pero consigues capturarlo, me enseño la belleza corporal de un cuerpo haciendo un desnudo y lo precioso que se puede ver una piel al aire, con esa luz natural que entra por una esquina de la ventana.
Me enseñó a dejar grabado el amor de una pareja, a fijar en un segundo dos miradas que reflejan complicidad.

La fotografía me enseño la creatividad que puede llegar a tener unos cuantos edificios o mismamente unos callejones de mala muerte.
Incluso me enseño que la fotografía en si para quien la siente de verdad es un arte, un arte que se siente y quiere con los ojos, vista, mente y corazón.

Y hasta me enseñó que lo bonito de la fotografía es capturar un instante que querrás recordar por años y justamente volver a ver esa fotografía en años y recordar ese momento como si lo estuvieras viviendo de nuevo.